Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, suelen ser las últimas piezas dentales en erupcionar. Por lo general, aparecen entre los 17 y los 25 años, aunque no siempre es así.
El problema empieza cuando estas muelas no tienen el espacio suficiente para salir correctamente, lo que puede causar dolor, inflamación e incluso afectar a los dientes adyacentes.
A continuación, te ofrecemos una guía completa para entender por qué duelen, cómo reconocer los síntomas y qué hacer para aliviar el dolor.
¡Sigue leyendo hasta el final y resuelve todas tus dudas!
¿Por qué duelen las muelas del juicio?
Las muelas del juicio son los terceros molares que se encuentran en la parte posterior de la boca.
Al ser las últimas en emerger, muchas veces se quedan retenidas o “impactadas” por falta de espacio en la mandíbula. Esta situación puede provocar presión sobre otras piezas dentales e inflamación de encías, generando dolor e incomodidad.
- Falta de espacio: En la actualidad, nuestras mandíbulas son más pequeñas en comparación con épocas pasadas, lo que reduce el lugar disponible para que las muelas del juicio emerjan con normalidad.
- Posición anómala: Las muelas del juicio pueden salir inclinadas o giradas, ejerciendo presión sobre el segundo molar o la encía.
- Tejido periodontal sensible: Durante su erupción, la encía puede inflamarse o infectarse, causando dolor e incluso dificultades para masticar.
Principales síntomas de una muela del juicio afectada
Identificar a tiempo los signos de una muela del juicio afectada es clave para evitar complicaciones.
Presta atención a los siguientes síntomas:
- Dolor intenso en la parte posterior de la boca: Puede irradiarse hacia el oído, la mandíbula o la cabeza.
- Inflamación de la encía alrededor de la muela: La zona puede verse enrojecida o hinchada.
- Sensibilidad al masticar: Dificultad para comer alimentos duros o al morder.
- Mal sabor de boca: Si hay infección, es posible notar un sabor desagradable o mal olor.
- Dificultad para abrir la boca: La inflamación y el dolor pueden limitar la apertura normal de la mandíbula.
- Ganglios inflamados: En algunos casos, los ganglios del cuello pueden hincharse debido a la infección.
Causas del dolor de muela del juicio
Existen varias razones por las que las muelas del juicio pueden causar dolor, y es importante comprender el origen para tratarlas adecuadamente:
- Erupción parcial: Si la muela no sale por completo, queda parte de la encía cubierta. Esto facilita la acumulación de bacterias y restos de comida, pudiendo desembocar en una inflamación llamada pericoronaritis.
- Infecciones: La presencia de bacterias o residuos alimenticios en la zona de la muela impactada puede provocar abscesos o infecciones que generen dolor, fiebre e inflamación.
- Apiñamiento de dientes: Cuando no hay suficiente espacio en la mandíbula, la muela del juicio ejerce presión sobre el resto de las piezas, provocando molestias y, en ocasiones, desplazamientos en la alineación.
- Quistes o lesiones: En casos menos frecuentes, la muela retenida puede desarrollar quistes que dañen el hueso o las raíces de los dientes contiguos.
¿Qué hacer si duele la muela del juicio?
El primer paso para manejar el dolor es evaluar la intensidad y persistencia de las molestias. Si notas un dolor moderado y temporal, es posible que se trate de una erupción normal.
Sin embargo, si el dolor empeora o persiste varios días, lo mejor es acudir a un profesional:
- No ignores el dolor: Escucha a tu cuerpo. Las molestias pueden indicar infección o un problema de espacio que requiera atención urgente.
- Mantén una buena higiene: Cepilla cuidadosamente la zona afectada y realiza enjuagues con agua tibia y sal para reducir la inflamación.
- Observa la evolución: Si el dolor mejora con las medidas de higiene y analgésicos, es probable que se trate de un episodio puntual. Pero si empeora, la visita al dentista se vuelve imprescindible.
Remedios y medicamentos para aliviar el dolor
Existen varios métodos para controlar el dolor, tanto naturales como farmacológicos.
A continuación, te presentamos algunas opciones:
- Enjuagues con agua tibia y sal: Ayudan a desinflamar la encía y limpiar la zona de posibles residuos de alimentos.
- Compresas frías: Aplica compresas de hielo en la zona de la mandíbula durante intervalos de 15 minutos. Esto disminuye la inflamación y puede aliviar el dolor.
- Analgésicos y antiinflamatorios: Medicamentos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol pueden ser útiles. No olvides consultar con un especialista si tu estado de salud requiere precauciones adicionales.
- Geles orales: Productos con efecto anestésico local que reducen la sensibilidad e irritación de la encía.
Si el dolor persiste o es muy intenso, evita automedicarte de forma prolongada y acude al dentista para recibir un diagnóstico adecuado.
Cuándo acudir al dentista: señales de alarma
Algunos síntomas pueden indicar complicaciones que requieren atención profesional inmediata:
- Fiebre y malestar general: Podrían indicar la presencia de una infección o absceso.
- Dolor insoportable: Cuando las molestias te impiden descansar o comer con normalidad.
- Inflamación que no cede: Si notas hinchazón persistente en la mejilla o la encía, podría haber un proceso infeccioso.
- Dificultad para abrir la boca: Conocida como trismo, puede ser signo de una infección avanzada en la zona.
- Sangrado abundante: Algunas erupciones complicadas pueden generar sangrado continuo o intenso.
En estos casos, lo mejor es concertar una cita con tu dentista de confianza para realizar una exploración y radiografías que confirmen el diagnóstico.
Opciones de tratamiento: ¿extracción o no?
La extracción de la muela del juicio es uno de los tratamientos más comunes, sobre todo si existe una erupción anómala que provoque infecciones o problemas de espacio.
Sin embargo, no siempre es necesaria:
- Extracción quirúrgica: Si la muela está retenida o impactada, el dentista puede recomendar la cirugía. Se realiza con anestesia local y, en algunos casos, sedación para mayor comodidad del paciente.
- Seguimiento periódico: Cuando la muela del juicio sale de forma adecuada y no causa molestias, basta con revisiones regulares para vigilar su posición y limpiar la zona en profundidad.
- Tratamientos alternativos: Si el dolor se debe a inflamaciones puntuales, se pueden usar antibióticos o enjuagues especiales antes de valorar la intervención quirúrgica.
¿Cómo prevenir complicaciones y cuidar tu salud bucodental?
Aunque a veces las muelas del juicio generan molestias inevitables, es posible minimizar los riesgos siguiendo algunas pautas:
- Higiene rigurosa: Dedica tiempo a cepillar cuidadosamente la parte posterior de la boca, donde se encuentran estas piezas.
- Hilo dental y enjuagues: El hilo dental te ayudará a eliminar restos de comida, y los enjuagues bucales o con agua tibia y sal mantendrán la zona limpia y libre de bacterias.
- Revisiones periódicas: Visitar al dentista al menos una vez al año permite detectar a tiempo cualquier problema en los molares.
- Alimentación equilibrada: Una dieta baja en azúcares y rica en nutrientes beneficia la salud de tus encías y reduce el riesgo de caries.
- Evita el tabaco: Fumar puede agravar los problemas de encías y retrasar la cicatrización si necesitas cirugía.

Clínica dental de referencia en Alicante, especializada en tratamientos de estética dental, implantología y salud bucodental integral.
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